Masa crítica mundial
La masa crítica nació allá por el 1992 en San Francisco. El término está relacionado con teorías que dicen que una revolución social es factible cuando se alcanza una cierta cantidad, una «masa crítica», de apoyo popular.
Hace ahora 10 años, en Porto Alegre, Brasil, un conductor perdió los nervios al verse atrapado en la masa rítica y arremetió contra ella atropellando a 25 personas. Este luctuoso acontecimiento dio origen a la Masa Crítica mundial. De ahí que su hagstag sea #MoviendoMasas contra la violencia vial. Esta violencia vial es onsecuencia de una sociedad invadida de estrés cotidiano, que nos afecta ocasionándonos ansiedades o rustraciones que nos convierten en seres con actitudes defensivas en todo momento hasta llegar al extremo de violentar a otros.
Así a las personas que viajamos en bicicleta en entornos urbanos se nos ha equiparado a una subespecie lenta que molesta y no tiene derechos, como si nuestra intención, más allá de movernos de manera eficiente protegiendo al medio ambiente, fuera únicamente molestar al todopoderoso tráfico rodado de las urbes. Esta equiparación nos hace ser víctimas de esa presión ejercida por las personas invadidas del estrés y de otros males de la vida cotidiana consecuencia de este sistema que pone el beneficio y no las personas en el centro. Este hecho, junto con la falta de empoderamiento que nos otorgan unas instituciones que no hacen campañas en favor de la bondad de lo que representamos, y aderezado con la falta de empatía de aquellas personas que no conocen lo que sentimos al ser adelantadas a gran velocidad a apenas unos centímetros de distancia, nos sitúa como colectivo de especial riesgo en calzadas y carreteras. Esta es una realidad que ignoran asimismo las instituciones que realizan una distribución del espacio en la ciudad favorable al automóvil, 65% del espacio público en Barcelona está destinado al coche, por encima de otras formas de movilidad sostenibles.
Porque ando en bici, porque quiero circular más segura, porque quiero una sociedad más tolerante, porque exijo respeto y empatía, porque el espacio público debe ser de las personas, porque quiero pacificar el tráfico, porque quiero unas ciudades sin malos humos y sin la amenaza constante de esas cada vez más enormes infernales pesadas y poco eficaces máquinas que a menudo solo transportan a una persona, por otro modelo de movilidad que ponga a las personas y los cuidados en el centro, porque seamos una masas crítica capaz de hacer una revolución silenciosa y por las compañeras y compañeros que pusieron sus cuerpos para que esto sea posible, este jueves 25 estaremos también en Bilbao 19:30 en la Gran Vía, moviendo masas contra la violencia vial. Seguro que tú también quieres formar parte de esta masa crítica que ya es origen de esta revolución silenciosa y sostenible.
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